Durazno: novel empresa de reciclaje procesará 100 toneladas de nylon por mes

Durazno: novel empresa de reciclaje procesará 100 toneladas de nylon por mes

El emprendedor Diego Matonte lleva adelante la empresa de reciclado Pellets 4 SRL. Luego de cuatro años, desde que lanzó la idea, pasando por todo un proceso de estudio de mercado y plan de negocios, considerando la inversión, actualmente se encuentra a pocos días de hacerla realidad y ponerla en marcha. En un galpón de grandes dimensiones, frente al Bioparque de la ciudad de Durazno, toda la maquinaria está lista para procesar 100 toneladas de nylon por mes.

 

Estuvimos en el lugar para conocer de primera mano este nuevo emprendimiento duraznense, que además de aportar mano de obra, pone el acento en el cuidado del medio ambiente. Matonte nos comentó, que “esta iniciativa comienza hace mucho tiempo con la idea de poder darle un fin a todo el volumen, que se veía de polietileno de baja densidad, lo que comúnmente llamamos nylon, principalmente dos tipos: uno el que vemos afuera de los supermercados y las distribuidoras”. Agrega, que “el otro es el silo bolsa, el que vemos en el campo que muchas veces los productores no saben qué hacer con él o que fin le van a dar y nuestra idea es reciclarlo”.

Matonte destaca, que “como emprendedores comenzamos a golpear puertas, participando en la convocatoria de C-Emprendedor: se presentó el proyecto, nos designaron un par de profesionales para hacer un plan de negocios, y paso a paso, fuimos viendo, que la idea era viable y así llegamos a la inversión de poder traer la maquinaria”.  Actualmente, precisa, “tenemos una línea de lavado y ‘peletizado’ de ese tipo de materiales, que transforman 100 toneladas por mes”.

¿Cuándo inician la actividad?

“La planta está pronta y nos quedarían unos 15 días para ponerla en funcionamiento. Estamos realizando pruebas”.

¿Cómo es el proceso?

“Nosotros recibimos el nylon en fardos, que provienen de diferentes recicladores locales. Viene prensado y ya clasificado en dos tipos, el silo bolsa o el nylon común. Luego de que llega, se abren los fardos, sube por un molino, que trabaja con agua y de ahí pasa a la lavadora que por medio de aspas lo hace girar hacia adelante hasta llegar a la secadora. Las secadoras son centrífugas y contamos con tres. Desde ahí van a la jaula al final de la línea donde salen pequeños trozos de plásticos ya molidos y con un secado bastante importante. Desde ahí pasa a otro proceso que van al ‘aglomerador’, pasa a la fundidora e hiladora, que derrite el plástico por medio de resistencias, que pasa a un tornillo transportador, y que a través de un filtro transforma el material en pequeños ‘tallarines’, porque son muy similares a estos, que pasan bajo agua, y de ahí al final de la línea de reciclaje. El carburador los corta para obtener el producto final, que es el ‘pellet’ o grano reciclado, que con este material se pueden volver a fabricar bolsas, baldes, caños y un sinfín de productos”.

¿También piensan fabricar luego del procesamiento? 

“En un futuro cercano pensamos anexar la fabricación de las bolsas para residuos, que alguna máquina ya tenemos y luego comercializarlo a diferentes empresas”.

Generación de fuentes de trabajo 

“Acá vamos a comenzar con turnos y por demanda o trabajo podemos pasar rápidamente a duplicar la cantidad de personas, pero además tenemos mucha mano de obra indirecta como los recicladores, que son todos locales y no son pocos, porque son 100 toneladas, es un volumen grande de material, que si lo sacas de los fardos son metros y metros de material. Pero, tenemos más mano de obra indirecta porque uno recibe llamados constantes de Sarandí del Yi, de Carlos Reyles, de diferentes productores rurales que te comentan que tienen silos, te preguntan cómo pueden traerlo, porque es un material que de no traerlo para acá a la gente se le complicaba llevarlo a alguien que lo hiciera en Montevideo y nosotros estamos aquí en el centro del país trabajando con toda gente nuestra y dándole esa opción de que el material no termine prendido fuego en un campo o tirado, es un material además difícil de tratar, lo vemos en las crecientes, lo primero que vemos colgado de los árboles son los nylon. Esto no solo se trata del trabajo en sí, tiene su importancia medioambiental porque vamos a terminar sacando 100 toneladas de nylon de la ciudad y el campo, convertirlas y procesarlas, y no estás usando derivados del petróleo para hacer bolsas, sino que estás haciendo un reciclaje completo”.

¿Qué ocurre con el tratamiento del agua? 

“Sí, eso es muy importante, es clave porque el principal problema que tienen las empresas de reciclaje son el lograr las aprobaciones de DINAMA por el tema de efluentes, porque al lavar esa agua sucia siempre termina yendo a algún lado y no siempre es el correcto. Nosotros desde el arranque siempre hicimos hincapié en tener una estación de tratamiento de agua que lo que hace es que el agua del molino, la de la lavadora, la de la secadora, toda se unifica y va a esa planta de tratamiento donde circula, se trata, va hacia otro tanque y la vuelca para ser utilizada nuevamente en la planta y no tenemos ningún efluente, lo que queda es un pequeño material sólido”.

El tiempo y los vaivenes de un emprendedor 

“Desde que arranqué con esta idea han pasado unos cuatro años. Al principio era solo eso, una idea y de ahí comenzó todo a ver a donde tenía que dirigirme. Así fui contactándome con profesionales que me fueron ayudando para hacer un plan de negocio que uno no estaba preparado ni tenía los medios para hacerlo. Después vas encontrando socios que te pueden ir aportando de otra manera, ya sea con ideas, económicamente y de apoco vas dando esos pasitos hasta llegar a concretar todo. En estos cuatro años uno pasa por una montaña rusa, conseguís cosas, otras no, pero lo importante es que llegamos”, concluyó Diego Matonte.

Información de interés 

El nylon es un material no biodegradable. Puede llegar a tardar más de 500 años en ser absorbido por la naturaleza y algunos de los productos químicos, que contiene son contaminantes. Este problema se da no sólo con el nylon sino con la gran mayoría de los plásticos. Esta es la razón de la necesidad de su reciclado.

El reciclado de residuos plásticos mecánicamente presenta numerosas ventajas respecto al reciclado químico: la sencillez del proceso, la inversión relativamente baja, y la falta de productos químicos peligrosos en el proceso. Los beneficios del nylon reciclado son el hecho de que no se usa petróleo para su fabricación, requiere menos energía, su procesamiento emite menos CO2, que la producción de nylon virgen, se disminuyen las emisiones por incineración y puede ser reciclado de nuevo al final de su vida útil.

Por consultas o mayor información, sugerimos escribir a esta cuenta de correo electrónico de Pellets 4 SRL.

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