Hoy es el cumpleaños número 83 de Don Edgardo Prado, un apreciado vecino y amigo de nuestra villa. Hace instantes, tuvimos el placer de comunicarnos con él, vía WhatsApp. La comunicación fue posible gracias a la iniciativa de nuestra colega Teresa Alfonso, y la ayuda de su familia, que facilitó el contacto con el homenajeado.
Entre buenos recuerdos de la vida, le preguntamos por las dos ocupaciones, por las cuales, en parte, es identificado y respetado en la villa y la zona de influencia: como rematador público y comerciante. De la primera, lo marca una impecable trayectoria de 26 años (1979-2005), pautada por innumerables cierres de negocios a golpe de martillo, apelando a características frases como «¿quién da más?” y «¡vendido!». Como comerciante y barista, se inició con su propia firma en 1987, y sigue “campante” y activo hasta la actualidad, ya sea detrás del mostrador, o siendo partícipe de alguna partida de truco.
Es uno de esos personajes entrañables de una comunidad que, por su franqueza, bonhomía e implicancia social, supo ganarse el afecto y el respeto de sus coterráneos.
Don Edgardo: ¡muy felices 83 años!
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